martes, 18 de mayo de 2010

Educar hoy en día


¿Cómo educar hoy en día?

En un salón de clase un alumno le realiza la siguiente pregunta al docente “¿Qué opina del matrimonio gay?, hoy en día ya muchos países lo aprobaron y hasta en nuestro país Venezuela lo están discutiendo”, al escuchar esto el docente se queda casi petrificado, resulta que es homofóbico, ¿Qué debe hacer el docente?, los alumnos al ver un tema tan llamativo que salió a discusión, esperan con ansia la respuesta del profesor, pero dentro de él piensa que cuando era joven ese tipo de cosas no pasaban, la población gay no estaba tan al descubierto, sin embargo a los alumnos a los que está educando no han vivido las mismas experiencias, tienen una mente mucho más amplia e incluso es tan cotidiano el tema, que son capaces de hacer una pregunta de este tipo en un salón de clase.

¿Qué hacer? ¿Cómo orientarlos? La idea es que ellos mismos lleguen a su propia conclusión de si es bien o no visto por la sociedad, sin intervenir el cuestionamiento que el profesor lleva con su personalidad, ese paso es difícil, pero como docentes se debe entender y colocar en el puesto del otro, teniendo claro su postura y entendiendo la de los demás, así podrá llevar un debate en paz y ameno, eso significa educar, va mas allá de saber si pueden o no resolver y aplicar una formula, va encaminado hacia la educación de hombres y mujeres que tengan valores y principios claros capaces de transformar a la sociedad para mejor, es por esto que la habilidad de educar debe ser privilegio de pocos, porque hasta que los docentes no entienda que educar es ir más allá, la sociedad seguirá dando avances lentos, con ciudadanos de pensamiento crítico escaso .

jueves, 13 de mayo de 2010

La autoridad en la educación


Podemos entender la educación como un proceso de desarrollo integral de la persona en donde se formen hombres libres y responsables, ya que hay que promover la libertad y su correspondiente responsabilidad. No se trata de una mejora parcial, sino de toda la persona en su conjunto y no mejora en abstracto o en vacío, sino en aspectos esenciales como son la libertad, el amor, etc., es decir los valores presentes en nuestra sociedad.

Puede que lo antes expuesto en cuanto a crear seres libres no parezca que tenga relación con la autoridad, pero la autoridad no solo es poder, sino sobre todo servicio. La palabra autoridad viene de auctor (latín) y auctor viene del verbo augere que significa dar crecimiento. No se tiene autoridad para atribuirse el poder por sí mismo. Se trata de continuar la creación, ayudar a crecer. El concepto de autoridad se identifica pues con el de servicio. Es un servicio a la libertad en desarrollo de otros seres humanos, que van siendo cada vez más autónomos y más responsables en su propio proyecto de llegar a ser lo mejor de sí mismos, superando las limitaciones personales y ambientales.

La autoridad, se basa en la confianza y una fe otorgadas a una persona a la que se le reconoce un saber concreto, excluyendo cualquier sumisión incondicional y cualquier acción que requiera el uso de la fuerza. La autoridad del profesor constituye una ayuda para el educando al ir liberándole a las ataduras que le que le impiden alcanzar la libertad, es decir, la autoridad del profesor hace posible la libertad del educando.

“La autoridad autentica del profesor tiene que poder situarse en perfecta compatibilidad con la libertad y la iniciativa personal del alumno en el proceso educativo” (Sacristán, 1998).

La autoridad del profesor se pone al servicio del alumno con el objetivo de ayudarlo a que él mismo logre finalmente ser responsable de su propio desarrollo.

De ahí la diferencia entre autoritarismo y autoridad. La autoridad en la educación está estrechamente relacionada a crear seres libres y responsables de sus actos, sin confundir libertad con libertinaje, ya que la segunda trata de libertad pero sin ningún tipo de responsabilidad.

El autoritarismo exige obediencia de quien lo ejerce, una obediencia a ciegas, esto hace que la persona que lo siga en este caso los alumnos obedezcan por temor a ser castigados severamente. Esto impide el desarrollo de pensamiento del individuo, y que el proceso de enseñanza se convierta en un proceso donde el alumno reciba información y la memorice, dejando a un lado el proceso de desarrollo del pensamiento, y de esa manera impidiendo que la personalidad del alumno pueda madurar, es decir, imposibilitando su desarrollo.

Lo que no quiere decir que el profesor renuncie a su tarea de guía. Ya que hay que tener en cuenta que el aprendizaje personal del alumno requiere en muchas ocasiones de órdenes y mandatos determinados por el profesor para ayudar al alumno en su proceso de aprendizaje.

El profesor enseña apoyándose en su autoridad, es decir, que los alumnos aprendan apoyándose en la autoridad educativa. A medida que el alumno va adquiriendo madurez personal la autoridad como ya la hemos definido va creciendo. En los primeros años escolares los mandatos y las órdenes del profesor son necesarios para el aprendizaje, pero a medida que el alumno avanza son menos necesarios, debido a la madurez alcanzada por los alumnos.

martes, 11 de mayo de 2010

¿En qué consiste educar?


Sin duda alguna, educar es un concepto muy amplio que abarca diversos ámbitos e implica numerosos procesos.

Afirmo que abarca diversos ámbitos, porque podemos hablar de educación familiar, educación física, educación para el trabajo, educación en valores, entre otros; e implica numerosos procesos ya que para que una persona tenga una educación integral es necesario no sólo informarla sino a su vez formarla o instruirla.

Dicho de tal modo, la educación es un proceso en el cual se informa y forma a una persona. Se informa para proporcionar los conocimientos necesarios para el desenvolvimiento en sociedad y se forma en el sentido en que se dan las herramientas y técnicas necesarias para el desarrollo de habilidades y potencialidades y para la correcta aplicación de los conocimientos adquiridos durante el proceso de información.

Como bien decía Aristófanes: “Educar a los hombres no es como llenar un vaso, es como encender un fuego” ciertamente la educación no sólo se logra dando conocimiento tiene que existir un cambio desde el interior de la persona y este cambio es el fuego al que Aristófanes se refería. La mejor manera de encender ese fuego en las personas es brindarles, a lo largo de su proceso de aprendizaje, la ayuda o guía necesaria para lograr sus metas.

En el proceso de educar se ven involucradas dos figuras el educador y educando, quien a su vez, cumple con la tarea de autoeducarse, ya que toda persona es autora de su educación porque es un ser libre. Desde este punto de vista se puede decir, que el rol del educador (docente, padres, entre otros) es orientar el desarrollo de ese proceso autoformativo brindando un modelo de los principios y valores que posee la sociedad. El educador sólo proporciona las herramientas, está en manos del educando el utilizarlas e interpretarlas y es en esta libertad de interpretación donde surgen las diferencias que permiten caracterizar a cada persona y definirla como ser único.

Todo esto se puede resumir en la frase de Albert Einstein “El arte supremo del maestro es despertar el placer de la expresión creativa y el conocimiento”, es decir, los educadores deben poseer la habilidad de impulsar el aprendizaje pero dejar el desarrollo en manos del educando.

Por esta razón, en gran medida se puede decir que, el responsable del proceso de educación es la persona misma, ya que es ella quien con motivación, esfuerzo y las experiencias vividas en el día a día lleva a cabo los procesos de autorregulación y metacognición que le permitirán desarrollar su proyecto de vida.

Educar, consiste en formar personas maduras, conscientes y capaces, es un proceso que permite a las sociedades preservar sus costumbres y tradiciones. Educando es como se transmite la cultura y se logra la evolución.